miércoles, 24 de junio de 2009

***MITOS Y/O LEYENDAS***





La mayoría profesa la religión católica, en sus prácticas religiosas tanto familiares como las que se observan en los templos, es posible ver casos de mezclas del mundo prehispánico y el cristiano.
Existen muchas y muy variadas leyendas en esta comunidad do
nde tratan de explicar algunos de los hechos más relevantes de la vida y tradición de la comunidad. Un ejemplo de estas tradicionales narraciones es la mujer casada, "Un cuervo y una zorra", "la viejecita" pero hay una que a los hombres del campo les agrada contar, "El hombre y el árbol".

Un hombre quería hacer leña para encender la lumbre y comenzó a golpear un árbol con el hacha. Entonces oyó una voz que le suplicaba que no siguiera golpeando ni cortando las ramas. El hombre se puso a oír bien y noto que era el mismo árbol el que le hablaba; no me golpees, no me lastimes déjame vivir y yo te pagaré algún día.

El hombre sintió lástima del árbol y dejó de golpear con el hacha y fue a seguir sus trabajos en la milpa. A medio día, cuando vino su mujer se sentaron bajo la sombra del árbol para refrescarse.
Entonces el hombre oyó que el árb
ol le dijo: - Ya lo vez, como me has dejado vivir, te estoy pagando tu favor pues te estoy dando sombra para que te refresques y si no te sombreas te mueres de calor. Mira a tu mujer, sentada bajo la sombra de mis ramas, cómo está bordando tu camisa, ¿no te da gusto?

El hombre comprendió el favor que le había hecho el árbol y el favor que el árbol le estaba haciendo.

jueves, 18 de junio de 2009

COSTUMBRES Y TRADICONES




La mayoría son bilingües, durante siglos han conservado su lengua hñahñu, esta palabra se forma de ñä que significa hablar y de hñü que viene de xiñu, nariz entonces hñähñü puede entenderse como los que hablan utilizando más palabras con sonidos que se emiten con la nariz
Los hombres: sombrero de palma, pantalón de manta atado con cinta bordada, camisa de manta y huarache de llanta.
Las mujeres faldas bordadas, blusa de manta bordada, queztquémel bordado a mano o en telar, una cinta bordada ceñida a la cintura y huarache de llanta.

Por lo que se refiere a las artesanías manuales, puede decirse que el Valle del Mezquital es muy rico tanto en la variedad de objetos que se elaboran manualmente, como en la expresión estética de los Otomíes, manifestadas en los objetos que hacen, muchos de los cuales son usados personalmente para el vestido masculino o femenino y para adorno del hogar.

Los artesanos de este lugar han creado obras de gran originalidad y belleza como los instrumentos musicales en miniatura, realizados en madera de enebro con incrustaciones de concha de abulón, la cual se trabaja en el barrio del Nith.

Existen en la iglesia de San Miguel, murales de gran belleza y permiten observar los mitos de esta etnia indígena mezclada con el sincretismo de las dos culturas que se encontraron en este lugar; se observan personajes mitológicos pintados por la etnia hñahñu.

CULTURA OTOMI












La palabra otomí es de origen náhuatl. Generalmente los otomíes se llaman a sí mismos nyâ/nyû, se reconocen por su propia lengua y se les ha definido como grupo de cazadores que caminan cargando flechas. En la parte central del Estado de México (la meseta y la parte de la montaña) existe una variante: un nombre con un segundo elemento nyâ (hablar) y el elemento t’o, como en el caso de San Andrés Timilpan nyat’o, San Bartolo Morelos nyôt’o, Temoaya nyât’o; el elemento t’o corresponde a /nyû y /nyô; esto se debe a que la región otomí se encuentra en estrecha relación con los mazahuas y éstos se designan con la palabra nyat’o. Los otomíes también se autodenominan hña hñu, es decir, hablantes de otomí o gente otomí; en el caso de los otomíes de Aculco, éstos se llaman ñoño.La población bilingüe otomí en el Estado de México es de 99,483 personas, que representa 37.2% respecto al total del país. La población monolingüe es de 1,399 personas, que representa 8.3% (cuadro 3). Existe un mayor número de personas bilingües; en los municipios por lo regular son las personas adultas quienes hablan el otomí.




En las comunidades otomíes, las prácticas rituales se realizan a través de diversas actividades ceremoniales y festivas dedicadas a varios santos católicos que identifican a las comunidades indígenas. Estas celebraciones están organizadas a través de mayordomías donde todos los habitantes de las comunidades participan en cierta forma y en fechas distintas. Cada pueblo, barrio o sección tiene un santo patrón que está a cargo de una mayordomía y que se encarga de organizar la fiesta de acuerdo con la celebración de cada santo. Así, los sistemas de cargos están íntimamente relacionados con la identidad étnica y cultural de las comunidades.