jueves, 18 de junio de 2009

CULTURA OTOMI












La palabra otomí es de origen náhuatl. Generalmente los otomíes se llaman a sí mismos nyâ/nyû, se reconocen por su propia lengua y se les ha definido como grupo de cazadores que caminan cargando flechas. En la parte central del Estado de México (la meseta y la parte de la montaña) existe una variante: un nombre con un segundo elemento nyâ (hablar) y el elemento t’o, como en el caso de San Andrés Timilpan nyat’o, San Bartolo Morelos nyôt’o, Temoaya nyât’o; el elemento t’o corresponde a /nyû y /nyô; esto se debe a que la región otomí se encuentra en estrecha relación con los mazahuas y éstos se designan con la palabra nyat’o. Los otomíes también se autodenominan hña hñu, es decir, hablantes de otomí o gente otomí; en el caso de los otomíes de Aculco, éstos se llaman ñoño.La población bilingüe otomí en el Estado de México es de 99,483 personas, que representa 37.2% respecto al total del país. La población monolingüe es de 1,399 personas, que representa 8.3% (cuadro 3). Existe un mayor número de personas bilingües; en los municipios por lo regular son las personas adultas quienes hablan el otomí.




En las comunidades otomíes, las prácticas rituales se realizan a través de diversas actividades ceremoniales y festivas dedicadas a varios santos católicos que identifican a las comunidades indígenas. Estas celebraciones están organizadas a través de mayordomías donde todos los habitantes de las comunidades participan en cierta forma y en fechas distintas. Cada pueblo, barrio o sección tiene un santo patrón que está a cargo de una mayordomía y que se encarga de organizar la fiesta de acuerdo con la celebración de cada santo. Así, los sistemas de cargos están íntimamente relacionados con la identidad étnica y cultural de las comunidades.

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